La noticia cayó como
piedra en la frente: había muerto Eduardo Anguita. “Se murió Anguita? ¿Pero cómo, si no hace una hora hable con él
personalmente?”, exclamó desolado Volodia Teitelboin, al conocer la noticia
sobre la muerte del escritor. Era el 12 de agosto de 1992, un día de mucha
agitación literaria, debido al Congreso de Literaturas Hispánicas, organizado
por la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile. Las
ponencias y conferencias eran discutidas con ardor por los asistentes, sobre
todo los más jóvenes. Anguita había rechazado participar, pues entonces era
casi un monje recluido por sus achaques y tendencia a la depresión. Para
nosotros era cosa común que Eduardo se mantuviera casi solitario, con
enfermedades reales e imaginarias.
Anguita participó en
la famosa Antología del 35, que compiló junto a Teiltelboim. Fue un gesto
inusitado, debido a la juventud de los dos: Volodia tenía 18 años de edad,
Anguita 20. En sus momentos sociables, Anguita era un maestro interesante,
seguro de sus conocimientos y de lo que decía. Se sabía poeta y no lo negaba.
Su muerte estremeció
no sólo al ambiente literario e intelectual, sino a la sociedad. Murió quemado
al caer sobre una estufa, quizás si por una desmayo o un tropiezo. Este aspecto
de su fallecimiento nos marcó por mucho tiempo y fue comentario en la bohemia y
en los encuentros poéticos.
Su forma de vivir lo
había alejado de muchos amigos de antaño, de sus seguidores, por lo que sus
funerales fueron poco concurridos. Esto, pese a que en 1988 recibió el Premio
Nacional de Literatura. Entre los que llegaron estuvo Nicanor Parra, quien leyó
un poema de Anguita. Condujo las participaciones un juvenil Cristian Warken.
Quizás una razón de l a escasa concurrencia sea el que su poesía era “muy
intelectual” y surrealista, según los críticos y gran parte de los poetas.
Desde su participación en el grupo Mandrágora se le vistió con este traje, que
en verdad le venía bien, pero hubo sin duda exageración, pues en su obra hay poemas
ligados al catolicismo. Personalmente, me atraía su trabajo relacionado con la
Edad Media, el Barroco y el misticismo.
Para muchos, la
muerte terrible parecía un corolario que el destino le había preparado desde
cuando Eduardo tenía 20 años de edad. En su poesía siempre o casi siempre,
estuvo la muerte. Su esposa decía que la muerte era su rival más fuerte, que su
esposo la acogía en su casa como un familiar.
Pero Eduardo Anguita
siempre tuvo sus misterios. Y uno de ellos fue su sorpresiva decisión de dejar
de escribir. En una entrevista señaló que le parecía haber perdido interés o
que la poesía lo había abandonado. Entonces su reclusión se intensificó y
dejamos de verlo, salvo en algún encuentro importante en la Casa del Escritor
(SECH) o en la Universidad de Chile.
Además del Premio
Nacional de Literatura, obtuvo en 1963 Premio de la Municipalidad de Santiago en
poesía, por "El poliedro y el Mar"; 1972 Premio de poesía de la
Municipalidad de Santiago, por "Poesía entera", y en 1981 Premio María Luisa Bombal de la
Municipalidad de Viña del Mar.
Su conversación y charlas sobre
Neruda y Huidobro, especialmente, eran interesantes, eruditas, frescas, siempre
entregando detalles desconocidos o actualizados de ambos poetas. Escucharlo era
un agrado y un cofre de conocimientos que se grababan con facilidad en los
auditores.
He aquí un poema de Anguita, original y provocativo:
Arlequín:
Nuestro Señor Jesucristo padeció únicamente por Jenaro Medina.
Nuestro Señor Jesucristo subió al Calvario por la señora Hortensia.
Nuestro Señor Jesucristo murió exclusivamente por el Chipo Cruz
Nuestro Señor Jesucristo -Eli Eli lama sabajtani- por Alemparte,
por Gaete por los hijos de Weir Scott.
Por mí y por todos los chilenos todos los uruguayos
..............los suramericanos los norteamericanos los ingleses
..............los franceses los alemanes los españoles los italianos
los rusos los ciegos los gordos los sabios los egipcios
los atletas los caldeos los militares los iranios los
liberales los lisboetas los utopistas los explotados
los condenados de la tierra los explotadores los esclavos
sin pan los mormones los vendedores los productores los consumidores
los suizos los músicos los gobernantes los sordos ay
Sus llagas se hicieron por todos ellos por todos nosotros
Y todos cabemos en ellas y todos somos redimidos
Pero Jenaro Medina solo
O yo solo
O la simple señora Hortensia
Es la causa de toda la Pasión y la Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Coro:
Nuestro Señor Jesucristo subió al Calvario por el chico Molina
Murió exclusivamente por la señora Hortensia
Por los caldeos por los intermediarios los soberbios
.............los jordanos Meneses los ejecutivos...
Arlequín:
No sigamos nombrando por qué única creatura padeció y murió
.............Nuestro Señor Jesucristo.
Todos saben que fue por mí solamente por mí.
Coro:
Miiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii (cantando nota Mí).
Coro Mujeres
Miiiiiiiiiiiiiiiiiiiii (nota Mí una octava más alta).
Nuestro Señor Jesucristo padeció únicamente por Jenaro Medina.
Nuestro Señor Jesucristo subió al Calvario por la señora Hortensia.
Nuestro Señor Jesucristo murió exclusivamente por el Chipo Cruz
Nuestro Señor Jesucristo -Eli Eli lama sabajtani- por Alemparte,
por Gaete por los hijos de Weir Scott.
Por mí y por todos los chilenos todos los uruguayos
..............los suramericanos los norteamericanos los ingleses
..............los franceses los alemanes los españoles los italianos
los rusos los ciegos los gordos los sabios los egipcios
los atletas los caldeos los militares los iranios los
liberales los lisboetas los utopistas los explotados
los condenados de la tierra los explotadores los esclavos
sin pan los mormones los vendedores los productores los consumidores
los suizos los músicos los gobernantes los sordos ay
Sus llagas se hicieron por todos ellos por todos nosotros
Y todos cabemos en ellas y todos somos redimidos
Pero Jenaro Medina solo
O yo solo
O la simple señora Hortensia
Es la causa de toda la Pasión y la Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Coro:
Nuestro Señor Jesucristo subió al Calvario por el chico Molina
Murió exclusivamente por la señora Hortensia
Por los caldeos por los intermediarios los soberbios
.............los jordanos Meneses los ejecutivos...
Arlequín:
No sigamos nombrando por qué única creatura padeció y murió
.............Nuestro Señor Jesucristo.
Todos saben que fue por mí solamente por mí.
Coro:
Miiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii (cantando nota Mí).
Coro Mujeres
Miiiiiiiiiiiiiiiiiiiii (nota Mí una octava más alta).
CARLOS EDUARDO SAA
DE RECUERDOS Y FICCIONES
CERRO BARÓN
2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario