lunes, 6 de mayo de 2013

¿SE MURIÓ ANGUITA?


                                                                                     
 
La noticia cayó como piedra en la frente: había muerto Eduardo Anguita. “Se murió Anguita?  ¿Pero cómo, si no hace una hora hable con él personalmente?”, exclamó desolado Volodia Teitelboin, al conocer la noticia sobre la muerte del escritor. Era el 12 de agosto de 1992, un día de mucha agitación literaria, debido al Congreso de Literaturas Hispánicas, organizado por la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile. Las ponencias y conferencias eran discutidas con ardor por los asistentes, sobre todo los más jóvenes. Anguita había rechazado participar, pues entonces era casi un monje recluido por sus achaques y tendencia a la depresión. Para nosotros era cosa común que Eduardo se mantuviera casi solitario, con enfermedades reales e imaginarias. 

Anguita participó en la famosa Antología del 35, que compiló junto a Teiltelboim. Fue un gesto inusitado, debido a la juventud de los dos: Volodia tenía 18 años de edad, Anguita 20. En sus momentos sociables, Anguita era un maestro interesante, seguro de sus conocimientos y de lo que decía. Se sabía poeta y no lo negaba. 

Su muerte estremeció no sólo al ambiente literario e intelectual, sino a la sociedad. Murió quemado al caer sobre una estufa, quizás si por una desmayo o un tropiezo. Este aspecto de su fallecimiento nos marcó por mucho tiempo y fue comentario en la bohemia y en los encuentros poéticos. 

Su forma de vivir lo había alejado de muchos amigos de antaño, de sus seguidores, por lo que sus funerales fueron poco concurridos. Esto, pese a que en 1988 recibió el Premio Nacional de Literatura. Entre los que llegaron estuvo Nicanor Parra, quien leyó un poema de Anguita. Condujo las participaciones un juvenil Cristian Warken. Quizás una razón de l a escasa concurrencia sea el que su poesía era “muy intelectual” y surrealista, según los críticos y gran parte de los poetas. Desde su participación en el grupo Mandrágora se le vistió con este traje, que en verdad le venía bien, pero hubo sin duda exageración, pues en su obra hay poemas ligados al catolicismo. Personalmente, me atraía su trabajo relacionado con la Edad Media, el Barroco y el misticismo.  

Para muchos, la muerte terrible parecía un corolario que el destino le había preparado desde cuando Eduardo tenía 20 años de edad. En su poesía siempre o casi siempre, estuvo la muerte. Su esposa decía que la muerte era su rival más fuerte, que su esposo la acogía en su casa como un familiar. 

Pero Eduardo Anguita siempre tuvo sus misterios. Y uno de ellos fue su sorpresiva decisión de dejar de escribir. En una entrevista señaló que le parecía haber perdido interés o que la poesía lo había abandonado. Entonces su reclusión se intensificó y dejamos de verlo, salvo en algún encuentro importante en la Casa del Escritor (SECH) o en la Universidad de Chile.  

Además del Premio Nacional de Literatura, obtuvo en 1963 Premio de la Municipalidad de Santiago en poesía, por "El poliedro y el Mar"; 1972 Premio de poesía de la Municipalidad de Santiago, por "Poesía entera",  y en 1981 Premio María Luisa Bombal de la Municipalidad de Viña del Mar. 

Su conversación y  charlas sobre Neruda y Huidobro, especialmente, eran interesantes, eruditas, frescas, siempre entregando detalles desconocidos o actualizados de ambos poetas. Escucharlo era un agrado y un cofre de conocimientos que se grababan con facilidad en los auditores.
 



He aquí un poema de Anguita, original y provocativo:

 
ÚNICA RAZÓN DE LA PASIÓN DE N.S.J.C.


Arlequín:
Nuestro Señor Jesucristo padeció únicamente por Jenaro Medina.
Nuestro Señor Jesucristo subió al Calvario por la señora Hortensia.
Nuestro Señor Jesucristo murió exclusivamente por el Chipo Cruz
Nuestro Señor Jesucristo -Eli Eli lama sabajtani- por Alemparte,
por Gaete por los hijos de Weir Scott.
Por mí y por todos los chilenos todos los uruguayos
..............los suramericanos los norteamericanos los ingleses
..............los franceses los alemanes los españoles los italianos
los rusos los ciegos los gordos los sabios los egipcios
los atletas los caldeos los militares los iranios los
liberales los lisboetas los utopistas los explotados
los condenados de la tierra los explotadores los esclavos
sin pan los mormones los vendedores los productores los consumidores
los suizos los músicos los gobernantes los sordos ay

Sus llagas se hicieron por todos ellos por todos nosotros
Y todos cabemos en ellas y todos somos redimidos
Pero Jenaro Medina solo
O yo solo
O la simple señora Hortensia
Es la causa de toda la Pasión y la Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.

Coro:
Nuestro Señor Jesucristo subió al Calvario por el chico Molina
Murió exclusivamente por la señora Hortensia
Por los caldeos por los intermediarios los soberbios
.............los jordanos Meneses los ejecutivos...

Arlequín:
No sigamos nombrando por qué única creatura padeció y murió
.............Nuestro Señor Jesucristo.
Todos saben que fue por mí solamente por mí.
Coro:
Miiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii (cantando nota Mí).

Coro Mujeres
Miiiiiiiiiiiiiiiiiiiii (nota Mí una octava más alta).

 

CARLOS EDUARDO SAA
DE RECUERDOS Y FICCIONES
CERRO BARÓN
2013